V.E.D.A.
Voluntarios en Defensa de los Animales

 

 

VEGETARIANISMO, SALUD Y NUTRICION

La palabra Vegetariano, acuñada por los fundadores de la Asociación Vegetariana Británica en 1842, procede de la palabra latina vegetus que significa “completo, sano, fresco o vivaz”. Por ejemplo, homo vegetus significa una persona vigorosa, física y mentalmente. El significado original de la palabra implica un equilibrado sentido filosófico y moral de la vida, que va más allá de una mera dieta de verduras y frutas.

La mayoría de los vegetarianos son personas que han comprendido que para contribuir a una sociedad más pacífica, primero debemos resolver el problema de la violencia en nuestros propios corazones . Por lo tanto, no es sorprendente que miles de personas, procedentes de diferentes senderos de la vida, en la búsqueda de la verdad, se hayan convertido en vegetarianos. El vegetarianismo es un paso esencial en pos de una sociedad mejor, y aquellos que analicen sus ventajas estarán junto a grandes pensadores como Pitágoras, Sócrates, Platón, Clemente de Alejandría, Plutarco, el rey Asoka, Leonardo da Vinci, Montaigne, Akbar, John Milton, Sir Isaac Newton, Emmanuel Swedenburg, Voltaire, Benjamín Franklin, Jean Jacques Rousseau, Hnry David Thoreau, León Tolstoy, George Bernard Shaw, Rabindranath Tagore, Mahatma Gandhi, Alberto Schweitzer y Alberto Einstein, y muchos mas.

Examinemos algunas de las ventajas de ser vegetariano:

¿Se puede mejorar o restablecer la salud mediante una dieta vegetariana?. ¿Puede prevenir ciertas enfermedades?

Los defensores del vegetarianismo han respondido afirmativamente desde hace muchos años, aunque no contaron con ningún apoyo de la ciencia moderna hasta recientemente. En la actualidad, los investigadores médicos han descubierto una evidente conexión entre el consumo de carne y enfermedades del corazón y el cáncer, por ello, estan reconsiderando seriamente el vegetarianismo.

Los científicos han sospechado, desde 1960, que una dieta basada en al carne está de alguna forma relacionada, con el desarrollo de la arteriosclerosis y las enfermedades del corazón. Ya en 1961, el Journal of the American Association exponía: “Entre un 90% y 97% de las enfermedades del corazón podrían prevenirse con una dieta vegetariana”. Desde aquella afirmación y hasta la fecha, varios estudios organizados han demostrado científicamente que, después del tabaco y el alcohol, el consumo de carne es la causa de mayor mortalidad en Europa Occidental, Estados Unidos, Australia y otras regiones ricas del mundo.

El cuerpo humano no es capaz de asimilar grandes cantidades de grasa animal ni de colesterol. Una encuesta hecha a 214 científicos investigadores de la arteriosclerosis de 23 países diferentes, mostró un acuerdo casi total en lo referente a la existencia de una conexión entre la dieta, los niveles de colesterol y las enfermedades del corazón. Cuando una persona consume más cantidad de colesterol de la que necesita su cuerpo (lo que ocurre normalmente en una dieta basada en al caren), el colesterol sobrante se convierte gradualmente en un problema. Se acumula en las paredes internas de las arterias, disminuyendo el flujo de sangre que llega al corazón, y puede ocasionar subida de presión sanguínea, cardiopatía y los subsecuentes infartos.

Por otro lado, científicos de la Universidad de Milán y del Hospital Maggiore, han demostrado que las proteínas vegetales pueden ayudar al mantenimiento de un nivel bajo de colesterol. En un informe dado a la revista médica británica The Lancet, D.C.R. Sirtori concluyó que las personas que padecen de altos niveles de colesterol junto con afecciones cardíacas, “pueden beneficiarse de una dieta en la que las proteínas provengan sólo de vegetales”.

¿Y el cáncer?. Investigaciones hechas en los últimos veinte años insinúan claramente una relación entre el consumo de carne y los cánceres del colon, recto, pecho y útero. Estos tipos de cáncer raramente se encuentran en aquellos que consumen poco o nada de carne, como los adventistas, los japoneses y los hindúes, pero son muy corrientes entre las poblaciones que la consumen.

Otro artículo publicado en The Lancet informaba: “Las personas que viven en las zonas donde existe una alta incidencia de carcinoma de colon, tienden a basar su alimentación en dietas que contienen una gran cantidad de grasa y proteínas animales; mientras que los que viven en zonas de baja incidencia, suelen alimentarse con dietas vegetarianas, de pocas grasas o sustancias animales”.

Rollo Russel, en sus Notes on the Causation of Cancer, dice: “El resultado de mi investigación es que, de veinticinco países grandes consumidores de carne, diecinueve tenían un alto nivel de cáncer y sólo uno de ellos presentaba un nivel bajo; y que, de treinta y cinco países donde se consume poco o nada de carne, ninguno tenía un nivel alto.

¿Por qué parece ser que los consumidores de carne son más propensos a estas enfermedades?. Una razón aportada por biólogos y nutricionistas es que el intestino humano, simplemente, no es adecuado para digerir carne. Los animales carnívoros poseen intestinos cortos (tres veces la longitud del cuerpo del animal), lo que facilita la eliminación rápida de las toxinas de la putrefacción. Dado que la comida de origen vegetal se pudre más lentamente que la carne, los consumidores de plantas tienen intestinos que son, al menos, seis veces la longitud del cuerpo. El hombre tiene el paquete intestinal largo de un herbívoro, de manera que, si come carne, los riñones pueden, sobrecargarse de toxinas, lo cual puede ocasionar la gota, la artritis, el reumatismo e incluso el cáncer.

Aparte, están los productos químicos que se añaden a las carnes. Desde el momento en que el animal es sacrificado, su carne comienza a corromperse y, al cabo de unos días, toma un color verde-grisáceo nauseabundo. La industria Cárnica disfraza esta decoloración añadiendo nitritos, nitratos y otros conservantes, que devuelven a la carne su brillante color rojo. Pero recientes investigaciones han demostrado que muchos de estos conservantes son cancerígenos. Y lo que empeora el problema todavía más es la masiva cantidad de productos químicos que se añaden a la alimentación del ganado. Gary y Steven Null, en su libro Poisons in your Body, nos muestran algo que hará pensar a cualquiera dos veces antes de volver a comprar un filete o un jamón. “A los animales se les mantiene vivos y se les engorda, suministrándoles continuamente tranquilizantes, hormonas, antibióticos y otras 2.700 drogas diferentes. El proceso comienza ya antes de su nacimiento y dura más allá de su muerte. Aunque estas drogas permanecen todavía en la carne en el momento de consumirla, la ley no obliga a que aparezcan indicadas en el paquete”. Debido a descubrimientos como estos, la Academia Nacional de Ciencias Americana informó, en 1983, que “la gente puede prevenir muchos cánceres comunes comiendo menos carnes grasas y más verduras y cereales”.

¡Espere un momento por favor! ¿Los seres humanos no están hechos para ser carnívoros?, ¿no necesitan proteínas animales?

La respuesta a ambas preguntas es no . Aunque algunos historiadores y antropólogos dicen que el hombre es históricamente omnívoro, nuestro sistema anatómico -dientes, mandíbulas y aparato digestivo- invita a una dieta sin carne. La Asociación Dietética Americana señala que “la mayoría del género humano, durante la mayor parte de la historia del hombre, ha vivido de dietas parcial o totalmente vegetarianas”.

Y gran parte de la humanidad continúa viviendo así. Incluso en al mayoría de los países industrializados, la gran explosión de la carne no empezó hasta hace menos de cien años; comenzó con el camión frigorífico y con la sociedad consumista del siglo XX. A fines del siglo pasado, el promedio de consumo de carne por persona, era de 15kg, en 1985 fue de 72kg, lo que supone un aumento de casi un 500%.

Pero aún en el siglo XX, el cuerpo humano no se ha adaptado plenamente al consumo de carne. El prominente científico sueco Kart Von Linne expone: “La estructura externa e interna del hombre, comparada con la de los demás animales, muestra que su alimento natural son los suculentos vegetarles y las frutas”.

El cuadro de la página siguiente compara la anatomía humana con la de los animales carnívoros y herbívoros.   

COMPARACIONES FISIOLOGICAS

 

CARNIVORO

HERBIVORO

SER HUMANO

Tiene garras

No tiene garras

No tiene garras

No tiene poros en al piel. Transpira por la lengua para refrescar el cuerpo.

Transpira a través de millones de poros cutáneos.

Transpira a través de millones de poros cutáneos.

Dientes delanteros afilados y puntiagudos para desgarrar la carne.

Dientes delanteros no afilados ni puntiagudos.

Dientes delanteros no afilados ni puntiagudos.

Pequeñas glándulas salivares (no son necesarias para preparar la digestión de granos y frutas).

Glándulas salivares bien desarrolladas, necesarias para preparar la digestión de granos y frutas.

Glándulas salivares bien desarrolladas, necesarias para preparar la digestión de granos y frutas.

Saliva ácida. Ausencia de enzima ptialina que preparae la digestión de los cereales.

Saliva alcalina. Mucha ptialina para preparar la digestión de los cereales.

Saliva alcalina. Mucha ptialina para preparar la digestión de los cereales.

Ausencia de muelas posteriores para triturar los alimentos.

Presencia de muelas posteriores para triturar los alimentos.

Presencia de muelas posteriores para triturar los alimentos.

Acido clorhídrico muy concentrado para digerir carne dura de animal, huesos, etc.

Acido del estómago 10 veces menos fuerte que el de los consumidores de carne. carne.

Acido del estómago 10 veces menos fuerte que el de los consumidores de

Sistema intestinal sólo tres veces la longitud del cuerpo, para la eliminación en poco tiempo de la carne, que se pudre rápidamente.

Sistema intestinal 6 veces la longitud del cuerpo. Las frutas no se pudren tan rápido, por lo que pueden atravesar el cuerpo más lentamente.

Sistema intestinal 6 veces la longitud del cuerpo. Las frutas no se pudren tan rápido, por lo que pueden atravesar el cuerpo más lentamente.

Basada en un cuadro realizado por A.D. Andrews, en su libro Fit Food for Men, (Chicago, Asociación Higienista Americana, 1970)

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El maltrato a los animales por parte de la Tabacalera

Me gustaría informar a todos los vegetarianos lo que hacen algunas tabacaleras, así como ALA me informó a mi. En la página http://www.smokinganimals.com/ podeis encontrar información.

A pesar de que las comisiones de salud saben desde décadas que fumar induce a cáncer de pulmón, enfisema y otras enfermedads, la industria tabacalera, en un intento por encontrar evidencias de lo contrario, sigue realizando
dolorosos experimentos en perros, gatos, monos, conejos, pollos, ratas, ratones y otros animales.

Las compañías tabacaleras han escondido los experimentos con animales durante años, tratando de olvidar lo que sabemos sobre cáncer de pulmón y otras enfermedades relacionadas con el tabaquismo, proveniente de estudios epidemiológicos y clínicos en humanos, no en animales. Incluso sabiendo que las leyes federales de EE.UU. no obligan a que los productos tabaqueros sean probados en animales, y aun sabiendo que los experimentos con animales sobre tabaquismo son ilegales en el Reino Unido desde 1.997, miles de animales siguen cautivos en alojamientos con máscaras de humo y aparatos de contención sujetos a horroríficos experimentos cada año.

Las monas preñadas del Oregon Regional Primate Research Center (ORPRC) para cautivas en pequeñas y estériles jaulas de metal, para exponer a sus fetos a la nicotina. Formado por el gobierno de los EE.UU.,
el experimentador Eliot Spindel afirmó que "los efectos deteriorantes del tabaquismo maternal durante el embarazo están ya demasiado bien establecidos". Su estudio de 5 años, durante los que matará a los bebés monos y diseccionará sus pulmones, se financiará con el dinero del contribuyente durante el 2004.

Este es uno de los incontables ejemplos de experimentos completamente crueles e innecesarios. Los experimentos han tomado grandes concesiones del fabricante de cigarrillos PHILIP MORRIS (Marlboro, etc), de agencias
gubernamentales como la Agencia de Proteción del Medio Ambiente y los Institutos nacionales de salud; y también de March of Dimes (ver: http://www.marchofcrimes.com/ ), para inyectar a los animales nicotina, forzarles a inhalar el humo del tabaco y haciéndoles adictos a ello --sustancia que ellos nunca encontrarán normalmente si viviesen en paz, libres.

Otros ejemplos de experimentos con tabaco en animales incluyen:

- Cortar agujeros en las gargantas de los beagles a través de los cuales los perros son forzados a respirar humo de tabaco concentrado durante todo un año.
- Insertar electrodos en los penes de los perros para comprobar los efectos del tabaquismo en el funcionamiento sexual.
- Atarles máscaras con correas en la cara a ratas, ratones y monos y forzarles permanentemente a respirar el humo del tabaco.
- Forzar a perros a estar en ventiladores mecánicos y exponerles crónicamente al humo del tabaco.
- Inmovilizar a monos rhesus en sillas con dispositivos cerebrales (electrodos o agujas estereotáxicas) y exponerles a nicotina y cafeína para ver cómo la cafeína y la nicotina les afecta a la respiración.

Experimento tras experimento intentan probar o, desconcertar más aún, desaprobar, en ratas, ratones, hámsters, corderos, perros, gatos, monos y otros animales, lo que ya sabían las comunidades médicas sobre los efectos en humanos, por ejemplo:

- Fumar provoca cáncer de pulmón, laringe, lengua, glándulas salivares, boca, estómago y cérvix.

- Fumar contribuye al cáncer de vejiga, riñón, páncreas y estómago.

- El 50-55% de los infartos en EE.UU. son directamente atribuibles al consumo de tabaco.

- Fumar disminuye la resistencia del cuerpo a las enfermedades.

- La nicotina es adictiva.

Pero los experimentos continúan... Millones de dólares, cientos de miles de vidas animales...

Así que ya que muchos de vosotros dejasteis de comer carne, pescado, huevos y leche por los animales (cosa que si lo hubieramos hecho para nuestra salud nos hubiera costado muchísimo más) podríais tambien dejar de fumar o comprar solo aquellas marcas que seguro no usen a los animales.

- Experimentan con animales: todas las marcas y productos que pertenezcan a la empresa Philip Morris (Marlboro, Virginia Slims, SG, Philip Morris, Petra, Vatra, Alpine, F6, Longbeach...)

- No experimentan marcas como American Spirit (además son de tabaco natural, no tratado)

 Aporte de: Mireia Bes

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Perros y gatos también sufren el síndrome del fumador pasivo

Nuevas investigaciones alertan sobre el problema

Publicado en el Diario La Nación, de Buenos Aires, Argentina, el 15 de enero del 2004, página 11, Ciencia/Salud

Además del humo del cigarrillo, son afectados por la contaminación ambiental

Padecen cáncer, enfermedades pulmonares y alergias

Los estudios sobre el tema indican un mayor riesgo en zonas urbanas

Aumentan los casos de linfoma canino

Si Azul, Luna y Morgan pudieran hablar seguramente le pedirían a su mamá humana que dejara de fumar.

Y no les faltarían razones: si bien todavía es un tema poco explorado, varios trabajos científicos demuestran que existe una relación entre ciertas formas de cáncer en perros y gatos y su exposición al tabaquismo pasivo y a la contaminación ambiental.

Además, el humo afecta las vías respiratorias de las mascotas, que también pueden sufrir enfermedades inflamatorias y alérgicas.

El médico veterinario Martín Soberano, especialista en radioterapia veterinaria y en oncología humana (títulos otorgados por la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Instituto Roffo, respectivamente), explica que existe un creciente número de casos de linfoma entre los perros.

"Buenos Aires tiene una incidencia altísima de linfomas caninos, que además de ser el tumor más común de la sangre es de los más frecuentes que trata un oncólogo veterinario -afirma Martín Soberano-. Hay muchas derivaciones de colegas de la zona sur, donde son habituales las denuncias por residuos tóxicos. En ciudades como Comodoro Rivadavia es altísimo el número de perros con linfomas. Y ésa es una zona de muchos vectores de petróleo, de radiaciones, de cables de alta tensión..."

Soberano agrega que en diciembre de 2003 el periódico El Cronista Veterinario publicó un artículo sobre ocho casos de teratogenia (malformaciones) en perros y gatos ocurridos en la Patagonia. "Nacieron con paladar hendido, cavidades expuestas y otros defectos gravísimos -dice el veterinario-. La veterinaria Mónica Higuera, que los atendió y recopiló los casos, admite que nunca había visto tantas deformaciones en animales neonatos y que en Comodoro Rivadavia habría elevados niveles de contaminación por residuos industriales, tanto químicos como petrolíferos, que podrían explicar el problema."

Martín Soberano alude además a un trabajo publicado en 2001 por la especialista italiana Alessandra Gavazza, de la Universidad de Pisa, editado en la revista del Colegio Americano de Veterinarios, que da cuenta de que existe una incidencia 8,5 veces mayor de riesgo de contraer linfoma entre aquellos perros que viven en zonas industriales y están expuestos a contaminantes, incluidos el humo del cigarrillo y otras sustancias químicas. Si los dueños utilizan habitualmente pinturas, solventes y herbicidas el riesgo se eleva 4,5 veces más, según Gavazza.

"En otra revista científica, el Pet Clinic, de EE.UU., se publicó un resumen sobre trabajos de oncología veterinaria -agrega el veterinario, que dirige un grupo que investiga el melanoma bucal canino, cuya presentación es similar al melanoma cutáneo humano-. Son estudios recopilados durante más de 30 años que enumeran los carcinogénicos del cigarrillo entre los factores de riesgo reconocidos para el cáncer de pulmón, nasal y paranasal y también para el linfoma en perros y gatos."

"Los perros presentan pocos tumores pulmonares primarios: cuando llega al pulmón en la mayoría de los casos son por metástasis de tumores mamarios -dice el doctor Carlos Lightowler, jefe de la unidad de cardiología del hospital escuela de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA-. Sin embargo, existe una gran cantidad de perros que viven en departamentos con moquette y cuyos dueños son fumadores que desarrollan muy frecuentemente una afección que también existe en el hombre y se llama enfermedad pulmonar obstructiva crónica."

El veterinario explica que los animalitos de baja talla están más cerca del piso y más expuestos al humo, y por eso son los más afectados. "Tienen tos y disnea, problemas bronquiales, enfisema -agrega Lightowler-. Si el perro llega con estos síntomas y se diagnostica un problema cardiopulmonar se pregunta si el dueño es fumador. Si es así, entonces el perro será fumador pasivo."

Martín Soberano agrega que en la revista de clínica veterinaria de EE.UU. un artículo sobre avances en oncología clínica publicado en mayo de 2003 demuestra una relación estrecha entre el linfoma felino y el hecho de que los gatos respiren humo de tabaco.

"A partir de este trabajo -dice Soberano- siempre que diagnostiquemos linfoma en un gato hay que averiguar quién fuma en la casa. Además, hasta hace poco tiempo se creía que el linfoma felino era una enfermedad de pronóstico grave, y en muchos casos se decidía sacrificar al animal. Hoy sabemos que existen linfomas de alto y bajo grado y que los de bajo grado tienen exitoso tratamiento oncológico."

El especialista afirma que aún no está claro por qué el humo del cigarrillo aumenta cánceres como el linfoma en perros y gatos y no, como ocurre entre los humanos, cáncer de pulmón. "La gente imagina que es el humo lo que produce el cáncer... En realidad, el humo irrita por contacto. Lo que más afecta son las sustancias que contiene, que son agentes transformadores de oncogenes, pero todavía hay que estudiar más cómo impactan estos agentes carcinogénicos del tabaco en cada especie."

Por Gabriela Navarra
De la Redacción de LA NACION

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¿Carne? No Gracias

Los adversarios de los grupos defensores de los derechos de los animales casi siempre recurren a un ataque típico: acusar de hipócritas a aquellos activistas que aún consumen carne. No es que nuestros opositores realmente se interesen por los derechos violados de los millones de animales destinados al consumo humano, sino que el uso de este recurso casi siempre les proporciona una salida rápida cuando sus patéticos argumentos ya se han terminado.

El vegetarianismo y especialmente el veganismo no se producen de la noche a la mañana. Es una decisión que se produce luego de una cuidadosa evaluación cuando el individuo está física, mental y espiritualmente preparado para evolucionar a una escala mayor de pensamiento y sensibilidad éticos. Es un hecho que se produce cuando nuestra compasión y respeto por nuestro cuerpo, el mundo en el que vivimos y las demás criaturas vivientes alcanza su cúspide.

Los intereses creados de grupos que sólo persiguen un afán de lucro en complicidad con los medios de comunicación masiva se han encargado de realizar un completo lavado de cerebro a la población mundial desde épocas inmemoriales. A diario somos bombardeados por la propaganda de la industria de la carne. Se nos dice que es esencial para el sano desarrollo de los niños, que es vital para el crecimiento y que sin ella moriríamos. Ciertamente no podría estar escribiendo este artículo si eso fuera cierto. Cínicamente, en forma de dibujos animados, se presentan animales de granja que, sonrientes, incentivan su propio consumo. Las sonrisas de las propagandas no muestran la terrible verdad y la insana crueldad que las granjas factorías se empeñan en ocultar.

En los mercados de los países latinoamericanos los vendedores de carne se precian de ofrecer “carne fresca” pues los animales –especialmente las aves– son aniquiladas prácticamente ante nuestros ojos o en mataderos donde la crueldad prevalece y las más mínimas condiciones higiénicas son inexistentes. Por otra parte, en los Estados Unidos la carne se ofrece al público en inmaculados paquetes que a simple vista no dejan ver lo que verdaderamente se oculta en su presentación.

A mí particularmente me bastó visitar un matadero para convertirme en vegetariana y posteriormente en vegana. Nunca podré olvidar lo que ví: reses eliminadas a puntillazos que se clavaban en cualquier lugar de sus cráneos; animales vivos luchando desesperadamente en el aire antes de recibir el corte de sus yugulares para desangrarse lentamente; alfombras negras de moscas y restos malolientes y putrefactos; reses que al abrírseles el vientre mostraban el feto ya desarrollado de un ternero que no alcanzó a nacer; hombres duros, ensangrentados y vulgares que se divertían insanamente con cada corte; sudor, escupitajos y sangre entremezclados en el piso y tal vez lo más triste, niños, perros y ratas disputándose un trozo de carne contaminada no solamente por los antibióticos, hormonas y pesticidas con los que se cría al ganado, sino también por la adrenalina segregada por estos animales al percibir una muerte brutal y cercana. 

La mayoría de las personas en el mundo no han tenido la oportunidad de pasar por esta aleccionadora experiencia, pero, en mayor o menor escala, con alta tecnología o sin ella, esto es exactamente lo que sucede en cada matadero del mundo. Al fin y al cabo, la crueldad es siempre la misma.

Las consecuencias de comer animales también son las mismas: múltiples enfermedades cardíacas, cáncer, artritis, esteroesclerosis y osteoporosis. Si a esto añadimos la destrucción progresiva de los bosques tropicales, la erosión del suelo, la escasez de agua y el incremento del hambre mundial comprobamos que éste no es un asunto al que le debamos restar importancia.

Nuestro planeta no sólo está enfermo por la polución, el hambre y las guerras, sino que también se muere de a pocos por la indiferencia e irresponsabilidad con las que el ser humano lo trata. Uno de los privilegios que los seres humanos frecuentemente olvidan es la posibilidad de cambiar y convertirse en mejores personas cada día. La posibilidad de convertirse en personas éticas y compasivas para con todos los seres que nos rodean, empezando con nosotros mismos.

En la actualidad, las alternativas vegetarianas y veganas se encuentran al alcance de todos y constituyen verdaderas fuentes protéicas que nutren nuestros cuerpos de una manera adecuada, saludable y libre de crueldad. Inclusive la comida típica de nuestros países iberoamericanos en la que la carne constituye el plato principal y casi obligatorio, puede convertirse en deliciosas opciones vegetarianas o veganas con un poco de creatividad y determinación.

Concluimos entonces en que el cambio a una dieta vegetariana o vegana debe llegar en el momento preciso en el que el individuo está listo para aceptar tal compromiso. Todo cambio importante y determinante en la historia de los pueblos siempre ha llegado en el momento oportuno. Ni antes, ni después.

Estos cambios han creado polémicas, resistencias y conflictos, pero cuando comprobemos que nuestro cuerpo se encuentra sano y lleno de energía; cuando tengamos la certeza de no estar contribuyendo al hambre de los pobres y nos demos cuenta de que nuestros platos y nuestras conciencias están limpias de sangre y sufrimientos, sabremos que nuestra elección fue la correcta.

Por Maru Vigo (*)

(*) Maru Vigo ha estado involucrada en el movimiento por los Derechos de los Animales desde 1980 y es actualmente la Directora de AnimaNaturalis Arizona, USA. Originaria de Lima, Perú, Maru reside en Arizona donde, además de activista, se desempeña como traductora profesional y educadora. Es miembro de People for the Ethical Treatment of Animals (PETA) y ha trabajado muy de cerca con Ingrid Newkirk, quien incluso hace mención a su trabajo en su último libro, Making Kind Choices.